Manuel Monroy Correa reviewed Discurso del metodo by Rene Descartes
Review of 'Discurso del metodo' on 'GoodReads'
4 stars
Me llama mucho la atención que la idea del pensamiento como punto de partida de lo cognoscible y la razón como instrumento de sentido sean declaradas formas de acceso a la verdad en tanto que ésta se presenta como tatutológica, lo que me llevó a la retórica como el arte de la persuación. La tautología es una figura retórica y Descartes no se limita en usarla como su argumento central (además de otras tatnas como la analogía, la metáfora, etc.). Además, el argumento tautológico es, prácticamente, una sinécdoque también. En pos de la claridad, la redunancia construye también una estructura racional.
Piénsese, además, en la suposición del genio engañador (genium aliquem malignum) es una figura hiperbólica y por lo mismo alegórica. Todo ello remite, sin duda -y ahora más-, al uso del lenguaje. Resulta significativo que el mismo Descartes atienda esta noción de la dificultad de expresar con …
Me llama mucho la atención que la idea del pensamiento como punto de partida de lo cognoscible y la razón como instrumento de sentido sean declaradas formas de acceso a la verdad en tanto que ésta se presenta como tatutológica, lo que me llevó a la retórica como el arte de la persuación. La tautología es una figura retórica y Descartes no se limita en usarla como su argumento central (además de otras tatnas como la analogía, la metáfora, etc.). Además, el argumento tautológico es, prácticamente, una sinécdoque también. En pos de la claridad, la redunancia construye también una estructura racional.
Piénsese, además, en la suposición del genio engañador (genium aliquem malignum) es una figura hiperbólica y por lo mismo alegórica. Todo ello remite, sin duda -y ahora más-, al uso del lenguaje. Resulta significativo que el mismo Descartes atienda esta noción de la dificultad de expresar con palabras lo que piensa y sobre la ambigüedad que caracteriza a las mismas, diciendo «me causan decepción los términos del lenguaje ordinario»(Meditación segunda). ¿Cómo no considerar todo esto como una preocupación acerca del temor a lo incierto? Esta preocupación llevará a Russell y a Whitehead a redactar su Principia y es que, puede verse desde aquí, que la Modernidad no es necesariamente un proyecto inacabado (Adorno) o que ha fracasado (Lyotard) sino que ni siquiera ha terminado por comprenderse como la fuerza de una hegemonía en el que el temor a «suspender el juicio» es una lucha contra el miedo a control y al poder...